Esto no es una newsletter, es una pretemporada. Un rodaje para lo que tiene que venir después de más de un año sin escribir. Este 2025, antes del verano, llegarán nuevas aventuras. Hasta entonces, cada último día de mes, me asomaré por aquí para ir rompiendo mano, coger ritmo, incluso para adelantar detalles de esos próximos proyectos, con la tranquilidad de los torneos veraniegos, en los que nada se juega ni a nadie le importan.
Como hijo de las series con las que crecí (Vacaciones en el mar, Dallas, Falcon Crest...) quiero contar en cada entrega de naino con estrellas invitadas (las guest stars que aparecían en los créditos y me fascinaban). En este primer número son Purificació Mascarell, Isabel Requena, Ada Diez y Pep Mirambell. Agradecimiento eterno por haber dicho que sí. Y gracias, también, a quienes estáis al otro lado. ¡Pasad y leed!
las historias
Llamadlo tara, llamadlo como queráis. Pero me obsesionan las historias. Para mí son tan importantes como el arroz o el ibuprofeno. Recomponerlas a partir de datos reales; revivir en mi cabeza, desde el lugar que ocurrieron, cada momento, cada detalle; descubrir lo que ocultaba la gente. Puede que todo sea fruto de tantas ficciones y no ficciones deglutidas. Y de la necesidad de saber y de contar(me).
Cuando paso, por ejemplo, por la calle Pobla de Farnals 45, me quedo mirando su fachada. En marzo del 92 se descubrió allí un piso franco de ETA. En enero, la banda terrorista había asesinado, en la ciudad, a Broseta de un tiro en la nuca. Itziar Alberdi Uranga estuvo viviendo en esa casa cerca de seis meses sin levantar ninguna sospecha. Su vecina Aniceta, de 65 años, la definió en el diario Levante como “una chica normalísima”, que no le daba conversación, pero muy amable. Ahí es donde mi cerebro se dispara.
En mi cabeza recreo posibles momentos en que se cruzaron las dos mujeres, o la cantidad de personas que pasaron al lado de Paquita (ese era su alias) ajenas a su identidad real. Paseo por esas calles y reconstruyo sus posibles itinerarios yendo o volviendo de vigilar a gente que querían asesinar, esquivando a los clientes de la terraza del bar Casa Pepe que seguramente ya estaría abierto, entrando en la farmacia de su misma acera o mirando con curiosidad y desconfianza los preparativos falleros en Duque de Gaeta (¿se asustaría con los petardos?), como si marchara a o regresara de una jornada laboral normal.
Me detengo delante del patio 45 y creo escuchar a América, que vivía en el piso de arriba del de la etarra, pidiéndole recoger un calcetín que se le había caído y entrando en esa casa que después recordaría muy desordenada, y con muchos platos sucios. ¿Estarían, entonces, en algún lugar escondidos los siete carnets de identidad y los nueve de conducir falsos de Urrusolo Sistiaga que se encontraron después?
Oigo sonar, como en esa noche de marzo, el teléfono de Aniceta y a esta cruzando el rellano para avisar a la etarra de que tiene una llamada de “su hermano”. También me llega el eco de su posterior e inmediata huida. Dejando una sartén al fuego; tres camisetas, tres bragas o una toalla en el tendedero; y dos pistolas, un subfusil, cuatro lanzagranadas o explosivos de todo tipo en la casa. Escucho, a continuación, la sonora irrupción, solo siete horas después, de la policía. Primero, por error, en la vivienda del número 4 (me fastidia no tener el dato de si habitada o no) y después ya en la correcta, en el 3.
Antes de irme de la zona, pienso en esos vecinos que convivieron meses con un arsenal explosivo que podía haber volado por los aires el edificio, mientras charlaban tranquilamente en las escaleras de sus cosas, sin pensar que en esa vivienda en la que nunca se oía nada, ni la radio, ni la tele, se estaban firmando aleatorias sentencias de muerte.
La carta de Purificació Mascarell
Purificació Mascarell es profesora de Literatura Comparada, Teoría de la Literatura y Estudios Culturales en la Universitat de València. Además, forma parte de una sociedad secreta que rinde culto al bocadillo de calamares. También, es autora de los libros Cartilla de redención, Mireia o Como anillo al cuello; coordinadora de El cuento animado. Antología de relatos con animal; o editora de Elena y sus amigos. Antología de escritos sobre Elena Fortún y su obra. Precisamente, a Fortún, le dirige su carta:
Querida Elena:
Cuando era pequeña, tan solo eras un nombre en las tapas de mis libros favoritos. Si entonces, cuando me tumbaba entre las sábanas blancas de la cama de mis padres para leerte, me hubieran dicho que de mayor iba a editarte, investigarte y reivindicarte, no hubiera entendido nada. Sin saberlo entonces, comenzabas a ser una mujer referente para mí. Un ejemplo de mujer moderna que se atrevió a dedicarse a la escritura, a dar el salto al ámbito público, pese a tener a un marido en contra y a una sociedad mirando con extrañeza eso de que las mujeres propaguemos nuestra mirada y nuestra voz. Ahora que tengo una hija recién nacida (y he dudado en si ponerle de nombre Celia o el que tiene, el mío), ahora que voy a recuperar tus libros para leérselos a ella en voz alta, te doy las gracias por escribirlos para las niñas del pasado y del futuro. Celia sigue viva con su espíritu rebelde y contestatario en cada una de nosotras. Gracias por ser nuestra amiga.
lo de los libros
Sigo comprando libros, aunque tengo lecturas pendientes para varias vidas. Lo hago sin ningún tipo de remordimiento ni culpa. Librerías físicas, virtuales, de segunda mano, rastros, mercadillos, tiendas vintage, negocios que no sabría explicar qué son… siempre hay un ejemplar esperando.
Hay temáticas que crecen esplendorosas en mi biblioteca: València, cine español, música, periodismo, humor, fotografía, el universo bar, siglo XX en España, libros sobre libros… Nombres propios que se hacen su hueco: Rafael Azcona, Dolores Medio, Carranque de Ríos, Luisa Carnés, Pérez Andújar… Y, por si fuera poco, el destino me provoca con nuevas necesidades que no tenía. Por ejemplo, las recientes ediciones de Arsénico por compasión, de Joseph Kesselring (en Hoja de Lata) o El buscavidas, de Walter Devis (en Impedimenta), me hacen ojitos para que las compre e inaugure estantería con historias que se convirtieron en grandes pelis.
Si hiciera un excel con mis gastos (antes tendría que saber hacer un excel), los libros ocuparían el primer puesto destacados. Son lo que siempre pido en temporada de regalos (cumpleaños, Reyes, aniversarios…), incluso el cheque-comercio me lo fundo en ellos. No necesito ningún artículo de prensa que reflexione sobre el asunto. Puri Mascarell (a la que habéis podido leer unas pocas líneas antes) me dijo una vez que igual que hay gente que guarda vinos en su bodega para bebérselos algún día, nosotros atesoramos libros. Y con eso me basta.
La zona de confort de Isabel Requena
Isabel Requena es actriz, de la mejores, y esto no admite discusión. También escribe y hace escenografía, vestuario, maquillaje… Una vez me contó que se consideraba mujer de teatro, pero que el teatro no era su vida. Y que lo dejaría todo si Erice le llamara. ¡Ay, Víctor, no sabes lo que te estás perdiendo! Le dije que me apetecía que escribiera sobre su zona de confort y me dijo que le apetecía hacerlo. Aquí lo tenéis:
Al principio era una sala de espera con aire acondicionado y asientos tapizados donde no entran los viajeros pobres. Un retrete con taza ergonómica. Asientos de primera en el avión... No es barata, no se llamaría zona de confort si todos pudieran disfrutarla. Pero llegó el mensaje de las fuerzas de seguridad sanitaria mental del estado fraternocapitalista, y nos dijo que sí, que los pobres también tenéis una, que es ese estado en el que estás tan bien que no te apetece salir. Pero mira es mentira, no estás bien, que no te enteras, no estás bien, si no quieres salir es porque te da miedo. ¡Sal de ahí y realízate!
La zona de confort psicomental es para pobres, a los ricos no se les conmina a salir de la suya (Rafa me ha dicho que sea breve, con lo que me apetece despotricar ahora).
Lo mío son los aquí-y-ahora-de-bienestar en zona de incertidumbre. La zona de incertidumbre es invitadora, además de inevitable, científicamente irreprochable y barata. Aquís-y-ahoras de bienestar. Ni siquiera son imprescindibles el sillón, el amigo, el libro, la pluma, el vino... aunque suelen estar.
comer
El Royal de Passage à Paris es mi postre favorito. Si te gusta el chocolate ve a por él de cabeza. Y no tardes, que el otro día me dijeron que posiblemente dentro de un mes dejarán de hacerlos por la salvaje subida de precio que ha sufrido, parece ser, ese alimento.
escuchar
Si hay un grupo al que me apetece ver en directo más que comer pan es a Los Pintores. La banda municipal de tu ciudad, se definen en su instagram. Desde Madrid hasta el más allá. Deberían haber publicado un ep en vinilo, que se está retrasando más de lo esperado, ojalá no sea señal de que no va a salir. Decir que hacen solo flamenco sería quedarse muy corto. Mejor escúchales, en spotify o youtube.
La primera vez de Ada Diez
Ada Diez es el 50% de Hits With Tits (Lu Sanz es el otro), del TruenoRayo Fest (de nuevo con Lu) e ilustradora. Precisamente, el próximo 6 de marzo se presenta en el Celler de PROAVA (C/Baja, 29) su último trabajo. Se ha encargado del diseño de la nueva edición limitada de Vividora, “un vino que cada año rinde homenaje a la autenticidad y la valentía de quienes viven sin miedo a ser ellas mismas”, de Bodegas Arráez. A Ada le pedí que compartiera una primera vez en su vida, la que quisiera. Y, ¡guau!, me encanta la que ha elegido:
La primera vez que vi a mi querido perro fue hace casi 8 años, acababa de mudarme a mi actual casa, y lo último que me esperaba era que Doc Holiday formara parte de mi familia. Desde pequeña siempre me han encantado los animales, los libros ilustrados sobre ellos formaban parte de mi día a día, no podía parar de mirarlos, pero esa fascinación superó todas las escalas, cuando un día de forma casual, acudí a ayudar a una amiga con un cachorro que tenía en acogida. Mi pareja, que siempre había estado acompañada de un peludo en las distintas etapas de su vida, desde el minuto uno había querido que visitáramos la protectora, casi no habíamos terminado de amueblar la casa, pero lo imprescindible para ella era tener compañía de cuatro patas. Mi espíritu calmado, de no precipitarme había puesto pausa a esa aventura, quién me iba a decir que lo único que necesitaba para cambiar de opinión eran unos segundos en casa de mi amiga, para asegurarme de que el pequeño perro no molestara al obrero, unos segundos donde el can de apenas dos meses tuvo claro su objetivo, tuvo claro a quien debía convencer con sus pequeñas armas de seducción. Unos segundos, donde visto y no visto, se hizo bola en mis pies y sus tiernos ojos oscuros, llenos de matices, me enamoraron.
ir
La expo Desmemòria Subterrània. Art, música i descaro a la València dels 90 (en el Rector Peset hasta el 4 de mayo) es un viajazo en el tiempo, acompañados de todos aquellos (con merecidos homenajes a Calpurnio, Bascuñán o Gerard Miquel) que protagonizaron esos años desde las trincheras culturales o escenarios más visibles. Me parece necesario que se vaya documentando, inventariando, todo lo ocurrido en la ciudad (lo que tuvo más repercusión y lo que no). Y no me vengáis con la chapa de los peligros de la nostalgia, que no tiene nada que ver.
leer
Me ha gustado mucho Detrás del cielo, de Manuel Rivas. Lo he leído (sin ser eso, creo) como un western crepuscular autóctono, con sus gotitas de humor, algunos pasajes entre Delibes y Carlos Saura, y la necesidad de subrayar algunas frases gloriosas, como la dedicada al lepisma, “el único ser que se alimenta de palabras”.
4 pistas: Pep Mirambell
Pep Mirambell acaba de publicar el absolutamente imprescindible Pop Socialista Obrero Español, donde canta “No canto pop español / de ese de tíos atormentados”, y también “Y me dan lo mismo / todos esos dramas pijos / para rellenar / otro festival”. En su equipo: René Macone a las letras, Carles Chiner a la producción (y más), y las colaboraciones de Íñigo Soler, Aina Palmer y Noelia Llorens Titana. El pasado 14 de febrero lo presentaron en Barcelona, y a partir de ahora “queremos ir poco a poco y hacerlo con nuestros medios, nos gusta hacerlo así pero somos conscientes de que también nos limita bastante. La idea era publicarlo, presentarlo y después ver cómo nos sentimos y qué nos apetece hacer y en eso estamos”.
1- ¿Qué es Pop Socialista Obrero Español?
Es la propuesta que hemos preparado René y yo al pop español. Seguramente sea la música que más hemos escuchado en nuestra vida, siempre habíamos fantaseado con hacer un disco de pop español y aquí está. Lo único, que es el pop español como a nosotros nos gustaría que se hiciera y las canciones hablan de lo que a nosotros nos gustaría que hablaran las canciones de pop español. La manera que nos gusta de entender las relaciones, los problemas que a nosotros nos importan o los lugares de los que nacen las canciones. No sé explicarlo sin decir "pop español" todo el rato, lo siento…
2- ¿Cómo consigue René hacer esas letras que tan bien se adaptan a ti? ¿Le pasas la música antes? ¿Alguna idea genérica sobre la letra?¿Las vais trabajando juntos? ¿Cuál es el secreto?
A ver, la verdad es que, muchas veces, hasta a nosotros nos sorprende cómo se adaptan a mí sus letras. De hecho, a veces él ha escrito una letra basada en algo que le ha pasado a él y cuando llega el momento de cantarlo, eso me acaba de pasar a mí, incluso más a lo bestia. Pero es que creo que una de las mayores habilidades que tiene René con las letras es que sabe explicar, de una manera fácil y bonita, lo que nos pasa a todos, lo único que me utiliza a mí un poco como vehículo. Y para mí es un regalazo, claro.
Y sí, lo que solemos hacer primero de todo cuando empezamos una canción es hablar de qué queremos que vaya y qué tipo de canción queremos. A partir de ahí le hago propuestas sobre la música y después René va encajando la letra. No siempre es así, pero es lo más habitual.
3- ¿Qué le ha aportado Carles Chiner a las canciones?
Toneladas de paciencia, gusto y muchísimas ideas. A nosotros nos gustaba mucho antes de trabajar con él y ahora nos parece “el rei del pop valencià”. Es una persona con muchísimos recursos, muchísimas ideas y mucha intuición. Nos ayudó a definir una a una todas las canciones, tocó todos los teclados, algunas guitarras y bajos, programaciones, bases. Incluso nos ayudó mucho en el proceso de mezcla. Estuvo para lo que hizo falta. Se comprometió desde el primer momento y sentimos que hizo suyas todas las canciones. Y tuvo mucha paciencia, sobre todo conmigo, que soy super mareón con todo. Le debemos muchísimo.
4- "Vam ser uns jóvens sans i irreductibles / Devoràvem estius sense pietat / Ens llançàvem al mar des dels més alts penya-segats ..." ¿Aquells jóvens han tornat?
Aquells jóvens mai se'n van anar.
la ciudad y tú: los bancos
Entre las calles Fuencaliente y Lebón hay una pintada en el suelo donde antes había un banco. La pintada dice “Aquí un banquito”. Cerca de allí, en la puerta del Consum de la Avenida del Puerto, quitaron otro banco para que el bar del supermercado pusiera más mesas. Ahora puedes seguir sentándote, pero, eso sí, pasando por caja.
Eliminar bancos de las ciudades es como expulsar la tecla de pausa de nuestras vidas, darle un capón a la convivencia, arrinconar el diálogo improvisado entre las personas, mutear las risas y confidencias de la chavalería y también de los más mayores, hacerle magia potagia a la comunidad a pequeña escala… Es convertirnos en seres que siempre vamos andando hacia algún lugar, a consumir, ¿qué hacer si no?, a gastar dinero. Alguien sentado en un banco contemplando a quienes pasan, leyendo un libro o mirando stories, pegando un bocado, descansando de un trayecto largo, hablando con un desconocido que seguramente será con la única persona que lo haga porque vive solo, no suma, no produce. A papá capitalismo (y a los otros bancos) no les interesa, no les gusta.
Quitar bancos de las ciudades es importar la filosofía de los centros comerciales donde brillan por su ausencia los lugares donde sentarse o descansar. Si te paras no compras. Y la razón de ser de esas moles es el movimiento continuo, de tienda en tienda.
Por eso nunca son suficientes bancos, forman parte de una resistencia urbana, perderlos es una derrota más para la ciudad. Un paso adelante para acabar siendo simples figurantes (esto se lo medio-robo a Rafa Lahuerta) de nuestras calles. Bancos sí, pero de los que no especulan con nuestros ahorros y encima nos cobran comisiones, ni de los que hay que rescatar con nuestro dinero.
💥 naino acaba hoy con el “Naino” de Manzanita.
¡Nos leemos el último día de marzo!
Y, por supuesto, ¡Mazón dimisión!